miércoles, 13 de abril de 2016

Masoquismo emocional.


En realidad nunca cesó mi añoranza, en ocasiones se levanta de la cama y hace amago de saludar al sol. 
Esta mañana lo ha logrado victimizando los "te quieros", romantizando las infusiones frías por el tiempo y haciendo con ellas estúpidas metáforas aludiendo a aquello que fuimos, que al fin y al cabo, no fue otra cosa más que cenizas perfumadas. He llegado a pensar que quemé las cartas por pura inercia, a sabiendas de que mis impulsos anhelaban releerlas hasta desfallecer. A veces mi corazón pide masoquismo, pide melancolía, pide lágrimas absurdas y absolutamente innecesarias contemplando la muerte de una flor. Hoy quiero motivos para escribir, quiero tormentas, vendavales, sus manos en mi pelo haciendo que estalle la más fuerte revolución.

Y siento, lo prometo, negarme a fingir que mi corazón palpita inexorabilidad,
porque hoy brilla más que nunca. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario