A veces dolemos, ya sabes, todo el mundo duele. Las calles apestan a asesinatos accidentados y víctimas ignorantes. Y llueve; siempre lo hace, incluso cuando no. (También en nosotros).
Sentimos el crujir de un corazón y, sin embargo, seguimos pisando, creyendo que es recíproco.
Herimos, como cuchillos. Buscamos cicatrices y nos enamoramos de ellas, mas, sin embargo, escondemos las propias. Somos las sirenas que rompen las olas. Cantantes que gritan. Dementes que escriben. Valientes que lloran.
Perdóname.
Por no poder evitar ser un vendaval descontrolado, un cuerpo a la deriva, entre agua y nieve.
Por no darme cuenta de que enamorarse de cicatrices es una locura.
Supongo que a veces dolemos, ya sabes, todo el mundo duele.
lunes, 7 de marzo de 2016
A veces dolemos.
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